Mujeres artistas: ¿Dónde os habéis escondido?
En 1971, la historiadora del arte Linda Nochlin se preguntaba en su ensayo “¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres?”. En él, dice, cuando nos hacemos esta pregunta es “cuando nos damos cuenta de hasta qué punto nuestra conciencia de la realidad del mundo se ha visto condicionada y a menudo falseada por la manera en que se formulan las preguntas”. Es decir, que de primeras es una pregunta engañosa, porque la pregunta correcta y que nadie se atrevía a formular en voz alta hasta el momento era ¿Por qué no hay mujeres artistas en la historia del arte?
Y entonces, ¿Por qué no hay mujeres artistas en la historia del arte?
En este artículo del Museo del Prado lo explican bastante bien: se lo tendríamos que preguntar a los hombres que son quienes, han decidido qué artistas habían sido suficientemente relevantes como para ser incluidos en los manuales de historia del arte; y quiénes no.
Tradicionalmente, han existido menos mujeres artistas que hombres. La mujer estaba destinada a ser la musa, no un sujeto con capacidad de plasmar el mundo, y las que lo hacían muchas veces eran consideradas meras aficionadas. Por eso a muchos de nosotros nos suena el nombre de Manet, pero no el de Berthe Morisot, y el de Picasso, pero no el de María Blanchard.
Un ejemplo de mujeres pintoras que fueron relevantes en su momento y silenciadas con el tiempo fue Sofonisba de Anguissola. Se cree que fue la primera mujer artista que, no solo vivió de su trabajo, sino que además fue muy reconocida en su época; y en los últimos años ha reconquistado el hueco que se merece en la historia del arte.
Y esto, ¿a quién se debe? Principalmente a las mujeres. Desde los años 70, los departamentos de historia del arte se han ido beneficiando de una creciente presencia femenina, y además en esta misma época nació la teoría feminista del arte. Desde entonces, mujeres como la anteriormente mencionada Linda Nochlin o la historiadora del arte Griselda Pollock han trabajado para dar voz a aquellas artistas femeninas que, para muchos de nosotros, siguen siendo a día de hoy desconocidas.
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Al rescate de las artistas
La visibilización del arte femenino nació casi un siglo antes de que Linda Nochlin publicase su ensayo. En 1889, nació el Club de Arte de la Mujer de Nueva York con el objetivo de fomentar las relaciones entre las mujeres artistas y los amantes del arte que tuviesen intereses personales para adquirir obras o para promover exhibiciones. 130 años después, el club sigue teniendo el mismo objetivo, solo que ahora se conoce como la Asociación Nacional de Mujeres Artistas.
Después de este proyecto, hubo que esperar bastantes años hasta que el mundo viese la primera exposición internacional de mujeres artistas. Women artists: 1550-1950 se inauguró en Los Ángeles en 1976 y finalizó en noviembre de 1977. Para muchos esta exposición supuso un antes y un después en el concepto que se tenía de la mujer en el arte y supuso el inicio de la concienciación del estudio de la obra de mujeres artistas desconocidas.
Unos años más tarde, los señores Hollaway quedaron fascinados por una obra de la artista Clara Peeters, pero cuando fueron a buscar información sobre la misma en History of Art de H.W. Janson… se dieron cuenta de que ni ella ni otras mujeres artistas estaban incluidas. De este descubrimiento nació el Museo Nacional de Mujeres Artistas en Wahington D.C. en 1987. Es el único dedicado en exclusiva al trabajo de las mujeres en el arte y cuenta con más de 3.500 obras de artistas femeninas.
Más reciente, aunque ya cuenta con 13 años de trayectoria, es el trabajo realizado por Advancing Women Artists. Como dice su eslogan, Dando voz a mujeres artistas históricas AWA rescata y reclama la “mitad oculta” del arte florentino. Una frase muy acertada porque lo que se consigue al final es tener una visión más objetiva y enriquecedora de la historia del arte en su conjunto.
¿Dónde están expuestas las mujeres pintoras?
Casi todas las pinacotecas tienen en su colección fija cuadros de artistas feministas, siendo más abundantes en aquellos museos dedicados al arte contemporáneo, como el MoMa en Nueva York. Aparte, hay una tendencia creciente en todos los museos de organizar charlas y exhibiciones temporales enfocados en mujeres artistas.
Otros museos, como La Galería Nacional de Londres, tienen en su página web una sección dedicada exclusivamente a las mujeres de su colección.
Obras de artistas femeninas en los museos españoles
Siguiendo la línea internacional, según el museo habrá más o menos representación femenina. Según datos del artículo que he mencionado del Museo del Prado, de sus casi 8.000 pinturas catalogadas solo unas pocas pertenecen a mujeres artistas y únicamente 4 se exponen en el Museo.
En cuanto al Museo Reina Sofía, tiene una visita guiada y gratuita llamada Feminismo. Una mirada feminista sobre las vanguardias que recorre la Colección 1 y en la que se encuentran obras de Maruja Mallo o Dora Maar entre otras. Además, en ARCO 2020 han adquirido 13 obras de 8 artistas, 7 de ellas mujeres.
En cuanto al Museo Thyssen-Bornemisza, en su colección fija tienen obras de Sonia Delaunay, Gabriele Münter, Angelica Kauffmann o Berthe Morisot. Además, tiene un recorrido femenino a través de 7 obras llamado Pioneras. Mujeres artistas de la vanguardia rusa.
Otros museos españoles, como el Museo Nacional d’Art de Catalunya o el Guggenheim en Bilbao también tienen expuestas obras de artistas femeninas; del Guggenheim es famosa la gigantesca escultura con forma de araña de Louise Bourgeois.
Y una última pregunta antes de cerrar: ¿Cuántas obras anónimas de los museos pertenecieron a mujeres artistas silenciadas?